Solamente se ha recogido 5% de los escombros
A un año del terremoto en Haití 1,5 millones de personas todavía subsisten en carpas
12 enero 2011 | Haga un comentario
La mayor parte de la ayuda humanitaria todavía no ha llegado. En entrevista con el Correo del Orinoco, el enviado especial de Telesur a la zona, Jordán Rodríguez advirtió que “si no se define qué es lo que va a ocurrir en el país en lo político y lo social, lo más probable es que haya una explosión social”
Hace exactamente un año Haití fue sacudida por un sismo de magnitud 7,3, lo que dejó como saldo 250 mil personas muertas, 300 mil heridas y más de 1,3 millones desplazadas y sin hogar.
La verdad es que 365 días después, y a pesar de las grandes promesas de ayuda por parte de la comunidad internacional y la atención que se le ha prestado por parte de medios de comunicación internacionales a la desesperada cotidianidad de haitianas y haitianos, la situación no se modificado sustancialmente.
Los pocos cambios producidos fueron para peor: una epidemia de cólera que comenzó en octubre y que ya ha causado la muerte de más de 3.700 personas y 170 mil contagiadas; y unas elecciones presidenciales efectuadas en noviembre y calificadas por algunos organismos internacionales -como la Organización de Estados Americanos (OEA)- y por la propia población haitiana como fraudulentas, sólo ensombrecieron un panorama ya nublado.
No es para sorprenderse, entonces, que se asegure que las haitianas y haitianos se han quedado sin esperanzas.
“La gente no tiene esperanza. Cuando preguntamos a la gente en la calle, nos dice que no cree que las cosas mejoren. De hecho, se ha comenzado a hacer difícil el trabajo de los equipos de prensa porque el pueblo se niega a ser entrevistado. Nos dicen que están cansados de que se los grabe y se les tomen fotos y se les pregunte siempre lo mismo, y de que, después de un año, todo sigue igual”, afirmó en entrevista con el Correo del Orinoco el enviado especial del canal Telesur en Haití, Jordán Rodríguez.
Esa desesperanza se basa es hechos concretos. Según informó el comunicador, después de 12 meses del sismo solamente se ha recogido 5% de los escombros, un millón y medio de personas siguen viviendo en carpas, sólo ha llegado 20% de la ayuda humanitaria que prometió la comunidad internacional para la reconstrucción del país y 15% de los medicamentos para tratar el cólera están en Haití.
Además, los servicios básicos como el agua todavía no están garantizados para todas las familias damnificadas y el desempleo sigue siendo de más de 80%.“Algunos organismos como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, por sus siglas en inglés) se aprovechan de esta situación para dar lo que ellos llamar Eat for work (comida por trabajo). Les dan unos disfraces amarillos o azules a los jóvenes con una bandera de Estados Unidos y el símbolo de la Usaid y les pagan 5 dólares al día para que limpien las calles y recojan un poco los escombros”, sostuvo Rodríguez.
Además de ser un trabajo lento y desorganizado, explicó el comunicador de Telesur, 5 dólares sólo alcanzan para comprar un refresco de 350 mililitros.
“Algunos analistas han empezado a decir que podría haber un sismo social en Haití en los próximos meses si la situación no mejora. Si no se define qué es lo que va a ocurrir en el país en lo político y lo social, lo más probable es que haya una explosión social”, enfatizó.
SISTEMA DE EDUCACIÓN
Rodríguez indicó que la educación universitaria sigue paralizada y que no está completamente reorganizada en otros niveles.
“No se han podido reactivar la Universidad de Puerto Príncipe. Sus edificios aun siguen en el piso. Por su parte, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) dice que está trabajando en el proceso de escolarización de las niñas y niños, pero aun están dando clases en carpas de manera improvisada”, manifestó.
Además de los problemas para acceder a la educación, los más pequeños no cuentan con un apoyo psicológico: “Eso es extremadamente necesario teniendo en cuenta que muchos perdieron a sus padres, hermanos y parte de su familia tras el sismo o por el cólera, y quizás estén solos o con uno vecinos lo que puede impedir su desarrollo intelectual”.
PRESENCIA POLICIAL E INVASORA
El enviado especial de Telesur, relató que en el país sólo hay dos instituciones presentes: la Policía Nacional de Haití y la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah, por sus siglas en inglés).
“Si buscas un ministerio, no lo consigues; si intentas hablar con un funcionario, no aparece. Pero esas dos instituciones (policía y Minustah) tienen una fuerte presencia con miles de funcionarios armados en las calles”, detalló.
Rodríguez aseveró que los cascos azules de la ONU “están teóricamente allí para mantener, a través del respeto a la autoridad, el orden en las ciudades. Pero en realidad lo que causan es miedo, porque están armados como si fueran a combatir en Iraq. Dicen que es sólo por precaución y para infundir respeto, pero se sabe que si a la Policía se le escapa alguna situación de las manos, ellos no tardarán en desenfundar sus armas”.
Si bien la policía nacional haitiana no está tan armada, es utilizada como la fuerza de choque: “Las manifestaciones son reprimidas por ese cuerpo y lo hacen de una manera brutal, no sólo con gases lacrimógenos y balas de goma; también, con balas de plomo”, aseveró.
¿Y EL DERECHO A LA VIDA?
Muchas organizaciones no gubernamentales se encuentran en el país intentando brindar ayuda. Una de ellas es Médicos del Mundo (MDM). Gonzalo Basile, presidente de la sección Argentina de esa organización, se encuentra en Haití y detalló en entrevista con el Correo del Orinoco las consecuencias del sismo del 12 de enero del 2010 en materia sanitaria.
“La dimensión de la crisis epidemiológica se cuentan en vidas de niños y mujeres, mediante la incidencia de malaria, tuberculosis, fiebre tifoidea, filariosis, VIH-Sida, infecciones respiratorias, diarreas, abortos inseguros, la malnutrición estructural de la población, y actualmente una propagación de la epidemia de cólera”, explicó.
Para Basile, esa enumeración de enfermedades que afectan a la población haitiana, que podría se más amplia y que demuestra la gravedad de la crisis, obliga a hacer una reflexión sobre el derecho a la vida en esa nación caribeña.
“Todos somos iguales según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, pero en realidad algunos somos más iguales que otros. O no somos tan iguales. La vida pareciera que tiene distintos valores en nuestro actual sistema social internacional. Pensemos sólo esto: en Haití murieron más personas que con las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. Eso nos da la dimensión del problema”, subrayó.
El especialista en salud pública indicó que en Haití hay que hablar de emergencia socio-ambientale, y lo argumenta: “De acuerdo con las determinaciones sociales, a las desigualdades e inequidades imperantes en nuestras sociedades encontraremos formas diferenciales del impacto de las emergencias”.
Baile puso sobre la mesa ejemplos concretos: “Un sismo de magnitud similar (7) en Japón generó 1 muerto; un terremoto aún más virulento con tsunami en Chile produjo 560 muertes aproximadamente. Pero en Haití produjo más de 250.000 víctimas”.
“Vivimos, nos enfermamos y morimos de acuerdo con nuestras condiciones de vida que impactan más o menos en las emergencias socio-ambientales. Por eso necesitamos desarrollar desde nuestros pueblos del sur una estrategia y sistema que proteja la vida”, enfatizó.
AUSENCIA INTERNACIONAL
Médicos del Mundo Argentina considera que es la comunidad internacional la que debe actuar y cumplir con los compromisos hechos a la población haitiana.
“Las condiciones de supervivencia siguen siendo extremadamente precarias y la población acumula desde hace mucho tiempo desastres, frustración y desilusión. Por lo tanto, no sorprende ver cómo surgen críticas virulentas contra las Naciones Unidas, los Estados y a veces contra las organizaciones humanitarias de la sociedad civil por parte de haitianos y haitianas”, expresó Basile.
El especialista en salud pública recordó que los Estados están lejos de cumplir sus compromisos en materia de reconstrucción.
LA MENTIRA DE LA AYUDA INTERNACIONAL
De los 10 mil millones de dólares comprometidos en marzo de 2010 durante la Conferencia Internacional de donantes de las Naciones Unidas y los Estados Miembros en Nueva York (que fue coordinada por el expresidente William Clinton), menos de 10%, según cifras de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), han sido desembolsados.
Si bien la acción de las organizaciones humanitarias resulta esencial en este contexto, “no puede ni debe reemplazar el papel central que le cabe al Estado haitiano ni a los Estados como donantes públicos internacionales”.
“Haití necesita desarrollar un sistema universal público de protección social y salud para toda la población, asegurando su cobertura universal y gratuita en todo el país para dar respuestas desde una estrategia integral de atención primaria de la salud a las necesidades colectivas de salud garantizando cobertura, acceso y calidad en los servicios”, remarcó. Lo cierto es que más de 50% de la población no tiene ningún tipo de cobertura.
Además, Basile detalló que actualmente el Estado haitiano intenta realizar una política de seguros focalizados de salud para algunos grupos sociales excluidos.
“En América Latina ya conocemos que esa receta de algunos organismos internacionales, como el Banco Mundial, es una vía muerta y regresiva al derecho a la protección social y salud universal”, manifestó.
ESTRATEGIA DESDE EL SUR
Para Médicos del Mundo, es imprescindible fortalecer la ayuda humanitaria desde el mecanismos como el Mercado Común de Sur (Mercosur) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en una concepción de cooperación Sur-Sur que debería demostrar que América del Sur está movilizada y solidaria con Haití.
“Se podrían aprovechar ejemplos regionales exitosos de sistemas universales de salud como el de Cuba o Brasil”, resaltó.
A juicio de Basile, “ahora es cuando debe estar la presencia de la solidaridad latinoamericana que puede canalizarse a través de Mercosur y Unasur, bloques que podrían coordinar con las acciones de cooperación del ALBA en en el campo de la salud, que sin duda son experiencias sumamente exitosas y reconocidas por la sociedad civil haitiana”.
En este sentido, recordó que actualmente Unasur tiene una Secretaría Técnica con oficinas en pleno funcionamiento en Puerto Príncipe, con apoyo de Venezuela, Argentina, Brasil, Chile y Ecuador principalmente.
VIVOS, PESE A TODO
“Hoy será un día de reflexión y claramente de mucho pesar para el país. Hay que las familias de las más de 250 mil víctimas del terremoto ni siquiera pudieron darle un duelo acorde a las pautas socio-culturales haitianas. Sabemos que habrá un acto cerca del Palacio presidencial, pero también se esperan algunas protestas”, sostuvo el presidente de Médicos del Mundo Argentina, Gonzalo Basile.
El corresponsal de Telesur en Haití, Jordán Rodríguez, indicó que hoy será día feriado, y durante la jornada “todas las iglesias de las religiones que conviven en el país van a entregar donaciones y a agradecerle a Dios por, a pesar de todo, estar vivos”.
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