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Loyo: El Gobierno Nacional está dispuesto a trabajar con los grandes productores agrícolas

30 enero 2011 | Haga un comentario

“Vamos a llamarlos a todos, sin distinción, independientemente de la posición política”, porque la premisa fundamental es “la suma de todas las voluntades particulares por una gran voluntad de nación”, sentenció el ministro del Poder Popular para Agricultura y Tierras




Todo indica que Juan Carlos Loyo no ha tenido tiempo, últimamente, para dormir. Ese “últimamente” puede significar meses o años en vela. Es decir, el tiempo frente al Instituto Nacional de Tierras y el Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras. Formar parte del Gabinete del presidente Chávez implica -como lo dice el mismo mandatario- trabajar las 24 horas.
Loyo recibió al equipo del Correo del Orinoco el viernes 28 de enero en la sede del INTI en Caracas. Tenía a mano fichas, mapas, números. De entrada, insistió en que la oposición miente cuando dice que la agricultura ha retrocedido en los 12 años de Revolución Bolivariana; lo demuestran las guías de movilización (documento para el tránsito de cosechas y ganado), los establecimientos agroindustriales (como los 47 mataderos y 120 salas de matanza) y las encuestas a productoras y productores. Estas tres fuentes indican, de acuerdo con Loyo, que el campo salió de la terapia intensiva en que lo dejó hundido el neoliberalismo.

Pero no es suficiente, admitió el ministro. Por eso, el pasado martes el Jefe del Estado lanzó formalmente la Misión AgroVenezuela. Y no lo hizo desde cualquier sitio, sino en el estado Portuguesa (emblemático para la producción de alimentos). Ayer comenzó el censo nacional de productoras y productores, con el cual se fortalecerá el sector agrícola. La meta del Plan Bienal 2011-2012 establecido en la Misión es que 3 millones de hectáreas del país estén cultivadas.
-¿Hay una política contra los grandes productores?
-No. Lo que hay son criterios de trabajo. El primer criterio es que la gente esté produciendo la tierra, que no está subutilizada y que no haya explotación laboral como en algunos fundos del Sur del Lago de Maracaibo.
Juan Carlos Loyo pone el ejemplo de la Hacienda Bolívar, ubicada en esta zona del país y recuperada por el Estado venezolano: las 132 familias que allí laboran “vivían en un régimen de encierro, no podían circular por algunas áreas. Era una situación de semiesclavitud”.
-¿Y si un productor mantiene relaciones laborales de respeto, y la tierra produciendo?
-Trabajamos con él, como lo hemos hecho. Tenemos un caso en el estado Lara, en el cual hemos realizado inspecciones y todo indica que funciona bien. El Gobierno Bolivariano golpea al latifundio, pero reconoce al mediano y al gran productor.

AGROVENEZUELA: “VAMOS A LLAMARLOS A TODOS”

De su puño y letra, Loyo escribe el nombre de la Misión. No es Agro-Venezuela, no es Agro Venezuela, sino AgroVenezuela.
“Nosotros necesitamos incrementar la producción nacional de alimentos”, puntualiza el ministro, lo que implica pasar de las 7 millones de toneladas vegetales actuales, a 12 millones de toneladas en el año 2012; y un crecimiento de 10% en la generación de carne y leche. Esto protegerá al país de la crisis mundial, reportada por organismos internacionales; y de la especulación internacional que se ha impuesto en el mercado de la comida.
Para lograr las metas “vamos a llamarlos a todos, sin distinción, independientemente de la posición política”, porque la premisa fundamental es “la suma de todas las voluntades particulares por una gran voluntad de nación”.
Las productoras y los productores se pueden registrar voluntariamente entre el 29 de enero y el 15 de febrero. Para ello únicamente tienen que presentar su cédula de identidad. Las inspecciones en terreno se harán posteriormente. “La meta es registrar más de 120 mil” personas que trabajen en el campo, añade Loyo, pero también a los colectivos o sujetos que quieran incursionar en la agricultura urbana; aunque sea, con mesas en el techo de la casa.
Todo el que tenga tierras será dotado a tiempo con insumos agrícolas a precio subsidiado y con carga a la cosecha, y podrá recibir apoyo para la mecanización. Todo esto, sin intereses y sin hipotecas. El Estado le garantizará el arrime de la cosecha y el pago a tiempo de la producción, detalla el ministro.
“La banca pública y la privada” deberán cumplir con la cartera agrícola estipulada en ley, y el Gobierno Nacional conducirá el registro “para que las entidades financieras otorguen los recursos”, subrayó Loyo.
Se definieron algunos rubros estratégicos para la Misión AgroVenezuela: cereales (maíz blanco y amarillo, arroz, sorgo); leguminosas (caraota y frijol); oleaginosas (girasol y soya); hortalizas; carne y leche. Otros alimentos seguirán recibiendo el apoyo, aclaró. Se incentivará también la siembra de forraje, para que ganaderas y ganaderos tengan acceso al pasto.
Ahora h“hay una estrategia para el agro venezolano, cosa que no ha existido en el pasado”, precisó. “Todo elemento que ayude a crear certidumbre en el productor agrícola es beneficioso”.

COSTOS, NO PRECIOS

-¿Está previsto evaluar los precios de los alimentos?
-Está previsto mantener siempre la evaluación de la estructura de costos.
Esa estructura tiene varios componentes, detalló el funcionario: los insumos agrícolas (fertilizantes, agroquímicos y semilla); mecanización; mano de obra y costo de los servicios públicos (como agua y electricidad). “De los cuatro, el único que ha variado es la mano de obra. Y hoy por hoy pocos cultivos son intensivos en mano de obra”, enfatizó.
Para la mecanización, “el Gobierno Bolivariano ha traído tractores al país” y también instaló fábricas, lo que ha permitido “recuperar un parque de maquinarias”.
El precio de los insumos agrícolas, con la nacionalización de Agroisleña, hoy Agropatria, se redujo entre 30% y 40%. “Por eso no tiene ningún sentido decir que ha aumentado el precio”, descartó.
Loyo propone a los gremios revisar la estructura de costos, para que el Estado pueda darles el apoyo que necesiten. “Permanentemente se hacen reuniones con el sector privado. Hace poco hicimos una reunión para planificar toda la política de insumos agrícolas; por ejemplo, fertilizantes, la atención en Agropatria”, explicó. “Con ellos conversamos acerca de cómo llegan los insumos a cada productor”.
A partir del análisis de la estructura de costos, el ministro sentencia que nada justifica el aumento de precios en este momento. Insiste en que, el año pasado, se aprobó el incremento del azúcar (30%), pollo beneficiado (35%), soya (37%), leche a puerta de corral (37%), queso (20%), girasol (26%); arroz (29%), maíz (28%), algodón (192%)

MÁS MAÍZ, FALTA SORGO

Existe una constante en el discurso de Loyo: las políticas neoliberales puestas en práctica en el último periodo de la Cuarta República destrozaron el campo venezolano. Por ejemplo, colocaron en manos del sector privado casi el ciento por ciento de los silos, y destinaron al desarrollo inmobiliario áreas de vocación agrícola (como el valle del Turbio, en el estado Lara).
La superficie agrícola, a finales de los años 90, era de 1,5 millones de hectáreas. En enero de 2011 esa cifra es de 2,3 millones de hectáreas. Según Loyo, en algunos rubros como el maíz el incremento es de 150% (de 983 mil toneladas en 1998, a 2,5 toneladas en 2010). El arroz pasó de 700 mil toneladas en 1998, a 1,1 toneladas en el año 2010. El sorgo (materia prima para alimento balanceado de animales) se movió de 448 mil toneladas, a 472 mil toneladas en 2010.
La sequía vulneró la producción de arroz (se redujo 2%) en los primeros meses del año pasado. En la zona de influencia del río Guárico se siembran 30 mil hectáreas anuales, pero el intenso verano impidió lograr la meta.
El crecimiento del sorgo es pequeño, admite Loyo, pero lo achaca a problemas con la agroindustria privada. Un 70% de la carne que comen venezolanas y venezolanos es nacional.

HEGEMONÍA PRIVADA

¿Quién controla el campo venezolano: El Estado o el sector privado? “Lo voy a poner en cifras: Venezuela tiene aproximadamente 30 millones de hectáreas de tierra disponible para agricultura, ganadería y actividad forestal. Y sólo 3 millones están en manos del Estado”, sentencia Loyo. Cerca de 90% de los mataderos están en manos de particulares, al igual que toda la industria de alimentos balanceados para animales. Con base en estas cifras, la respuesta a la pregunta parece muy clara: “Hay mayor hegemonía del sector privado”, concluye.
La perspectiva, en cuanto a los insumos agrícolas, cambió con la nacionalización de Agroisleña, hoy Agropatria. “El ciento por ciento de los fertilizantes están en poder del Estado, así como 50% de las semillas”, recalca el funcionario.
Otras medidas se han tomado para rescatar la soberanía agrícola. La más reciente, que todavía genera polémica, es la recuperación de las tierras en el Sur del Lago de Maracaibo. Hace varias décadas “el Estado pagó por esas tierras, por lo que todas son de la nación. Pero en la práctica, las tierras fueron entregadas a grupos aliados de los factores de poder”. En los hechos, agrega, “allí no hay origen de la propiedad privada”, y lo que cabe es la indemnización que hará el Gobierno Nacional por las bienhechurías. Son 1,2 millones de hectáreas que abarcan los estados Zulia, Trujillo, Mérida y Táchira.
La toma de predios a escala nacional no se hace de acuerdo con el capricho de un funcionario, aclara Loyo, sino con base en tres criterios: La demanda social de los campesinos; el desarrollo de proyectos estratégicos del Estado (como en el Sur del Lago, el eje Aragua-Carabobo, el valle del Turbio) y lucha contra el latifundio (como en el estado Apure, donde una sola familia podía sumar 200 mil hectáreas). El propósito es que las bondades de la tierra sean para todas y para todos.

DE LA CONDONACIÓN DE DEUDAS SE BENEFICIARÁN 25 MIL PERSONAS

El presidente Hugo Chávez anunció la condonación parcial y total de las deudas de productoras y productores que lo perdieron todo debido a las lluvias torrenciales del último trimestre de 2011. La medida está incluida en el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley de Atención al Sector Agrícola, publicado el pasado viernes 29 de enero en la Gaceta Oficial. El beneficio aplica para quienes solicitaron créditos a instituciones del Estado, pero también, a la banca privada. Esta es una acción normal en cualquier país que sufre una catástrofe natural como la que azotó a Venezuela, sostuvo Juan Carlos Loyo.
El ministro calcula que hay 25 mil personas y unas 65 mil hectáreas afectadas. Plátano, cacao, hortalizas y ganadería son los rubros más golpeados por el agua. Que la exoneración sea parcial o total dependerá de las inspecciones, notificó.

CAMPO ARRASADO

La importación de alimentos ha sido ampliamente cuestionada por diputadas y diputados de oposición. Juan Carlos Loyo esgrime tres razones para justificarla: el incremento del consumo “de manera importante”, no sólo en cantidad sino en calidad porque aumentó la ingestión de proteínas con la Revolución Bolivariana; el desastre agrícola de los años 90, que convirtió al campo venezolano en “tierra arrasada”; el crecimiento insuficiente para satisfacer la demanda y la necesidad de contar con una reserva alimentaria de uno o dos meses.
Hay que sumarle, también, la confrontación política contra el Gobierno Nacional. “Todos los indicadores muestran que en los años 2002, 2003 y 2004 (golpe de Estado, sabotaje petrolero y referéndum presidencial) hubo una caída abrupta de la actividad agrícola”, sostiene el ministro. El campo no es como una tienda, que puede recuperarse en semanas. Quienes no hicieron montura de vacas, quienes no araron, quienes no sembraron, perdieron un tiempo precioso. Loyo asevera que hubo sabotaje abierto contra la actividad agrícola por parte de Fedenaga, porque esto formaba parte de la conspiración contra el Jefe del Estado.